¿Dónde quiero ir?
Conocer tu propósito y alinear tus acciones hacia un destino claro
La importancia del propósito en la creación de tu marca personal
¿Dónde quiero ir?
En un mundo cada vez más competitivo y saturado de información, construir una marca personal no se trata únicamente de aparecer en redes sociales o tener una imagen cuidada. Se trata, ante todo, de conocer tu propósito y de alinear tus acciones hacia un destino claro y significativo.
¿Por qué el propósito es clave en tu marca personal?
Tu marca personal es mucho más que una etiqueta o un perfil profesional bien elaborado. Es la representación auténtica de quién sos, qué valor ofreces y hacia dónde te diriges. Sin un propósito claro, tu marca puede volverse difusa, incoherente o, incluso, manipulable por las tendencias externas.
El propósito actúa como brújula emocional y profesional, permitiéndote tomar decisiones alineadas con tus valores y metas a largo plazo. En otras palabras, te ayuda a responder con claridad a esa pregunta tan importante: ¿Hacia dónde queres dirigir tu vida profesional y personal?
El poder de saber
¿A dónde querés llegar?
Cuando defines claramente dónde querés ir, empezás a construir una narrativa coherente que resuena con los demás. Por ejemplo:
Si tu objetivo es convertirte en un referente en sostenibilidad ambiental, tu marca personal debe reflejar ese compromiso en cada acción, contenido y colaboración.
Si aspiras a ser un líder en innovación tecnológica, tu presencia digital, tus publicaciones y tu red de contactos deben apuntar en esa dirección.
Saber adónde quieres llegar permite que cada paso que das tenga intención y coherencia. Esto genera confianza en quienes te rodean, ya sean empleadores potenciales, clientes, socios o seguidores.
Cómo descubrir tu propósito para construir tu marca
Construir una marca personal basada en el propósito comienza con una exploración interna. Aquí algunos pasos que puedes seguir:
Reflexiona sobre tus valores y pasiones: ¿Qué cosas te generan entusiasmo? ¿Qué principios no negociarías bajo ninguna circunstancia?
Define tu visión a largo plazo: ¿Qué impacto deseas dejar en tu industria o en el mundo? ¿Cómo quieres que te recuerden?
Evalúa tus habilidades y talentos únicos: ¿Qué haces mejor que otros? ¿Qué experiencia o conocimiento te distingue?
Imagina tu futuro ideal: cierra los ojos y piensa: dentro de 5 o 10 años, ¿qué estarías haciendo que te llenaría de orgullo y satisfacción?
Una vez que tengas esas respuestas, podrás comenzar a diseñar una estrategia de marca personal enfocada en ese destino. Todo lo que publiques, digas o hagas debe servir para acercarte un poco más a ese lugar que tanto deseas alcanzar.
Ejemplos prácticos de marcas personales guiadas por propósito
Pensá en figuras como Simon Sinek, quien desde el principio definió su propósito como “inspirar a las personas para construir organizaciones más humanas”. Su famosa frase “Comienza con el porqué” no solo define su mensaje, sino también su marca.
Otro ejemplo es María Alejandra Díaz, coach y comunicadora venezolana, cuya marca personal se centra en ayudar a profesionales hispanohablantes a desarrollar su liderazgo. Su propósito está claro: empoderar a las personas para que alcancen su máximo potencial.
Ambos casos muestran cómo el propósito bien definido no solo da forma a la identidad de la persona, sino también a la forma en que interactúan con su audiencia.
Tu propósito es el motor de tu marca personal
Responder con honestidad y claridad a la pregunta “¿Dónde quiero ir?” es uno de los primeros pasos para construir una marca personal sólida, auténtica y relevante. No se trata de tener todas las respuestas ahora mismo, sino de iniciar un camino con dirección y sentido. Hacer tu elección para dar los primeros pasos.
Recordá que tu marca personal no es estática; evoluciona con vos. Pero mientras tengas presente tu propósito y tus metas, cada paso que des será un paso hacia donde realmente quieres estar y esto evitará numerosas distracciones a tu foco para formar tu destino y dirección.
Tu marca personal no es solo lo que haces, sino por qué lo haces y hacia dónde te diriges. Define tu rumbo y deja que tu propósito te lleve allí.